Bueno, ya sabéis que he vuelto recientemente de Tailandia, así que tocaba receta oriental. Mientras, os animo a participar en el concurso de platos asiáticos (os llevaréis regalitos traídos de allí) antes del 30 de junio. Aquí os he elaborado mi favorito durante mi viaje inolvidable, aunque como es difícil encontrar algunos ingredientes, adaptado para cualquier cocinillas español.
Por ejemplo, yo he empleado los noodles más similares que he encontrado (en Carrefour en la sección oriental), pero si los encontráis más finitos y anchos, sería lo ideal.
También os sugiero que miréis en alguna tienda de chinos del barrio, que a veces os pueden sorprender con detallitos e ingredientes que podréis añadir para innovar (siempre atentos a la fecha de caducidad, eso sí).
Ingredientes (para 2 personas):
– 1/2 paquete de noodles de arroz (cuanto más anchos y finitos mejor)
– 3 zanahorias
– 200 gramos de solomillitos de pollo (o filetes de pollo para trocear)
– Espinacas al gusto
– 1 cubito de Avecrem (puedes poner medio de pollo y medio de verduras también)
– 1 puñado de anacardos (sí, ya sé, olvidé meterlos en la foto)
– Sal
– Nuez moscada
– Pimienta negra
– Salsa de soja
– Chorrito de aceite de girasol (deja menos sabor que el de oliva, para que sea más auténtico)
– ¿Transistor? (hoy no me apetecía, pero el que quiera, puede usarlo como animal de compañía, like always…
Preparación:
Se trata de una receta sencilla y, como es de mi invención, sois libres para modificarla según vuestras preferencias y/o necesidades. Algo que, por otra parte, podéis hacer siempre que queráis con cualquiera de mis sugerencias, que para eso soy sólo una humilde principiante. Y acepto consejos, claro está.
Empecemos. En primer lugar, debéis pelar y trocear las zanahorias lo más finitas que podáis, y también cortar las espinacas en juliana. A continuación, ponéis dos cazuelas con agua a hervir. Una de ella la usaréis para los noodles (una ver que hierva) y es en la que debéis echar el cubito de caldo y una piza de sal, además del chorrito de aceite para que no se pegue la pasta. En la otra, añadid sal simplemente.
Cuando rompa a hervir la cazuela del caldo, añadidle los noodles y dejadlos hasta que vuelvan a hervir y, después, 4 minutos de cocción (según la pasta que uséis, mirad en las instrucciones los tiempos de cocción). Un minutos antes de terminar, añadidle una pizca de nuez moscada y otra de pimienta negra para darle un toque de sabor.
Al entrar en ebullición el otro cazo, añadidle los dados de espinacas y la zanahoria. Tardará más que la pasta en hervir, así que mientras termina (cuando la zanahoria esté ya blandita) escurrid los noodles e irlos sirviendo en la fuente o platos.
Mientras, poned en una plancha o sartén los solomillitos de pollo y, cuando se hayan enfriado un poco, cortadlos en tiritas con unas tijeras de cocina.
Después, añadid a los noodles las espinacas, la zanahoria, los trocitos de pollo, los anacardos y mezcladlo todo muy bien. Como esto es muy personal, yo dejaría que cada uno en su plato se añada al gusto la salsa de soja, así como más pimienta o nuez moscada.
Mi resultado:
No sé si soy muy objetiva, porque a mí me encantan todas estas recetas y me ha encantado, además de que me parece muy sano, aunque es cierto que es imposible captar el sabor perfecto que tendría allí. Yo le pongo un 8,5. Además, os sugiero si encontráis en algún sitio, añadidle lemon grass (hierba de limón), que en Tailandia lo cocinan con ello, pero aunque leí que aquí había en herbolarios, ninguno de los que yo visité lo tenía.
¡¡Suerte y a probarlo!! 😉