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Bizcocho de zanahoria

4 Oct

Bizcocho de zanahoriaHacía tiempo que no nos endulzábamos la vida, así que ¿por qué no? Se me ocurrió probar con esta receta después de verla en el blog Mis Comiditas, con una pintaza espectacular, por cierto.

Ingredientes para el bizcocho de zanahoriaY si el dulce viene acompañado de zanahorias y todas las propiedades de esta hortaliza, pues mucho mejor. Así que, pese a mis limitaciones por un horno de tercera, me puse con ganas a elaborar un postre de primera.

Si hay una receta que se nos da especialmente bien a los principiantes, es el bizcocho (con perdón de las ensaladas y la pasta). No tiene más misterio que mezclar bien ingredientes, hornear y no quemarlo.

Así que, si eres principiante como yo y quieres animarte o lucirte delante de alguien, ¿por qué no lo pruebas?

Ingredientes (para 6 personas):

Para el bizcocho:

– 500 gr. de zanahorias
– 2 tazas de harina
– 2 tazas de azúcar
– 1 sobre de levadura
– 1 cucharadita de canela molida
– 1/2 cucharadita de sal
– 1 taza y media de aceite de girasol
– 4 huevos
– 100 gr. nueces

– transistor como animal de compañía

Para la cobertura:

– 1 tarrina de queso crema tipo Philadelphia
– 125 gr. mantequilla (o margarina, que estamos en crisis)
– 300 gr. azúcar glas (o normalito, que luego lo convertiremos)
– 2 cucharaditas de vainilla

Preparación:

Mezclar la masa basePara estos bizcochos yo siempre busco un bol grande, ya que han de entrar muchos ingredientes y es preferible que no rebose. Así que en un recipiente grandecito hay que mezclar la harina, azúcar, levadura, canela molida y una pizca de sal para potenciar el sabor (me encanta ese pequeño truco de grandes chefs, pero no os paséis, que una pizca es una pizca).

Yo mezclé bien con una cuchara de madera y después añadí los huevos. Después de este paso, es posible volver a mezclar con una varilla si os es más cómodo o lo haceis mejor.

Batir las zanahoriasLlega el momento Bugs Bunny. Después de pelar y trocear bien la zanahoria, no sería suficiente con añadirla a la mezcla. ¿Por qué? Pues porque a nadie le gusta comerse un bizcocho y encontrarse con incómodos «tropezones» de zanahoria, así que primero batiremos bien la zanahoria con la túrmix y después la añadiremos a la base. Podéis picar las nueces con la misma zanahoria o bien aparte y lo añadís también (los «tropezones» excesivamente grandes de nueces tampoco son bienvenidos en nuestros paladares).

HornearAhora toca dejar trabajar al horno. Si tenéis un molde de silicona, como yo, ¡adelante y a verterlo todo! Si es metálico, acordaos antes de untarlo con mantequilla debajo y en los bordes para que no se pegue. Precalentad primero el horno un ratín y después hornead a 180 ºC durante una hora. Como cada horno es un mundo, yo no me fiaría, así que id viendo cada rato y pinchad un poquito de vez en cuando para ver si está listo (lo está cuando deje de pegarse la mezcla al palito en cuestión).

Después de esto, podéis sacar el bizcocho del horno, admirar vuestra obra y dejarla enfriar a temperatura ambiente (una hora mejor que media).

Batir la coberturaMientras reposa, preparamos la cobertura (no apta para gente a dieta, advierto). De nuevo, mezclar ingredientes. En este caso, la mantequilla, el queso Philadelphia y la vainilla. ¿No tenéis azúcar glas? No pasa nada, porque tomamos la cantidad de azúcar normal, la pasamos por la batidora y con mucha paciencia veréis cómo se convierte en glas (y habréis ahorrado una pasta que cuestan las pijadas de repostería en el supermercado). Posteriormente, se añade al resto y se vuelve a remover todo.

Rellenar con la coberturaCon la cobertura ya lista, cortamos el bizcocho por la mitad y lo rellenamos. Después lo cubrimos también por encima y lo adornamos con unas nueces para dejarlo curioso (o lo que se os ocurra). Voilà!!

Mi resultado:

Dejaré que opinen mis catadores también, pero en mi opinión es de los mejores postres que he hecho, yo le ponía un 9,5 fácil. Así que nada, que a una se le anima el fin de semana y se pone el gorrito de repostera con felicidad 😉 ¡Probad vosotros! Bizcocho de zanahoria

Pudin de chocolate y albaricoques (al microondas)

17 Jun

Mi pudin

Esta vez quiero presentaros un postre, que hace tiempo que no los sacamos, y además de chocolate. Como es pudin, no sólo podéis, sino que debéis tomarlo fresquito para disfrutarlo más y mejor. Aprovecho, aunque nunca saco hueco y eso que tenía la receta guardada, para presentarla también al Concurso 400 + 883 de El Recetario de Lady HalcónAsí que nada, ¡esta vez espero que os guste a vosotros tanto como al jurado!

Ingredientes

La receta primigenia la vi en la pagina de Nestlé Postres, ya que me la sugirió mi hermana, aunque en mi caso decidí cambiar las cerezas por albaricoques, ¡cuestión de gustos! Aunque creo que igualmente podríais experimentar con otras frutas, ¡estáis de suerte, ahora en veranito tenemos la mejor variedad para elegir!

 

 

 

 

 

Ingredientes (para 4 personas):

– 100 gramos de chocolate de repostería

– 100 gramos de bizcochos de soletilla (son los blanditos)

– 1/2 vaso de leche

– 50 gramos de mantequilla o margarina

– 3 huevos

– 5 albaricoques

– papel de film y molde para microondas

– si gustáis, transistor como animal de compañía, como siempre

Preparación:

Esta receta está pensada para hacerla al microondas, con lo que apenas os llevará unos 20 minutos más lo que dejéis enfriar (sólo 6 en el micro). Pero podéis hacerla también en el horno tradicional, al baño maría, calentando durante 35 minutos. Como es tan rapidita y fresquita, podéis prepararla tranquilamente para sorprender a quien queráis con un desayuno o merienda especial. Aunque también es apta para dejar el mejor saborcito de postre después de la comida.

La mezcla para fundirEn primer lugar, se trocea en cachitos el chocolate y lo juntáis con la mantequilla y la leche en un bol o recipiente apto para el micro, donde calentaremos la mezcla a 700 watios durante 1,5 minutos. Mientras tanto, vamos batiendo los huevos. Sacamos del micro el chocolate fundido, lo mezclamos bien y le añadimos los huevos batidos. Volvemos a remover todo bien.

Desmenuzamos los bizcochos sobre la mezcla y, a continuación, troceamos los albaricoques en cachitos pequeños y los añadimos también. Para batirlo todo, os cuento cómo lo hice yo, aunque va en gustos dependiendo de si os gusta más tipo mousse o lo preferís más artesanal. Mezcla en moldeYo primero lo mezclé bien todo con una cuchara de madera para reblandecer la amalgama. Posteriormente, completé con la batidora pero a mínima potencia y poquito rato, lo suficiente para no destruir los trocitos de albaricoque ni quitar el encanto de los tropezoncitos de fruta pero, a la vez, dejar el chocolate bien fino.

A continuación, lo volcamos en un molde apto para microondas. Como veis, yo utilizo este de silicona que es todo un descubrimiento para principiantes porque no se pega en absoluto.

Para evitar que os salte el contenido dentro del micro y acabe hecho una porquería, cogéis un papel de film, tapáis el molde y le hacéis varios agujeritos por todas partes para que el pudin respire bien. Luego humedecéis el film con unas gotitas de agua por arriba y ¡listo! se mete todo al microondas durante 6 minutos a 900 watios. ¡Y ya está! Bueno, en realidad no, porque debéis dejarlo reposar primero a temperatura ambiente durante una horita y media más o menos y, después, en el frigorífico durante al menos otras dos horitas si queréis un postre fresquito. ¡Y a disfrutar, queridos principìantes golosos!

Mi resultado:

Después del microA mí me gustó mucho lo rápida, limpia y rápida que sale esta receta. Le daría un 8. La textura quedó muy bien batiendo como os comenté más arriba y quizás sí eché de menos que fuera más dulce, ya que los albaricoques que tenía eran un pelín ácidos. Pero supongo que es algo que se soluciona o bien con una pizca de azúcar o estando pendiente de que la fruta sea bien madura.

Huevos al nido

28 May

6resultadofinal

1ingredientesAntes de nada, perdón por haber desaparecido todo este tiempo, pero el embarazo me ha estado absorbiendo, lo que no quiere decir que me haya olvidado de vosotros, queridos principiantes. De hecho, esta receta que hoy os presento la hice hace tiempo y la tenía guardada para mostrárosla. Hoy es el día de hacerla.

Os comenté que me regalaron un libro que me hizo mucha ilusión, ‘Cocina sin tonterías’, de Diana y Juan Eslava. Pues bien, de ahí os he sacado esta propuesta de huevos al nido, totalmente sencillita. Ahí va:

Ingredientes (tantos panes y huevos como personas):

– panes de hamburguesa o bien pan de molde tipo rústico, para que aguante bien el peso

– huevos

– sobrasada (en rodajas o para untar, como gustéis o dispongáis)

– 1 pizca de perejil picado

– aceite

– sal

Preparación:

Se trata de un plato sin ningún misterio, salvo no dejar muy crudo el huevo. Eso sí, no apto para gente con colesterol alto ni con ganas de dieta… pero una vez al año, como todo…

3yemahuevoOs cuento cómo hice uno solo, ya que si queréis hacer más basta con repetir el proceso las veces que necesitéis. En primer lugar, hay que tomar el panecillo y vaciar la miga, especialmente por la parte central. A continuación, se rellena el hueco con la sobrasada. Por otro lado, separamos la yema del huevo de la clara.

Después, la yema la colocáis en el centro del panecillo, como podéis ver en la foto y le añadimos una pizca de sal. A continuación, usamos la clara reservada batiéndola a punto de nieve. Yo lo hago a mano con la varilla de la batidora preparada para esto, pero usad el método que más os guste. Después, la clara debe cubrir el panecillo y en especial la parte central con la yema.

4batirclarasMientras, habremos puesto la sartén a calentar con aceite y, cuando esté caliente, bajamos el fuego y colocamos con cuidado el panecillo. La clave de la receta está en encontrar el punto de cocción ideal. Es decir, que no se queme ni el pan por debajo ni la clara por arriba pero, por contra, que tampoco se quede la yema cruda. En mi caso, quemé un poco el pan por debajo. Algo que podría haber corregido si, como os puse arriba, hubiera bajado el fuego en el momento de introducir el panecillo en la sartén.

Tendremos preparado un plato con papel de cocina para absorber la grasa, y lo colocamos encima. Después, retiramos el papel, colocamos nuestra receta para servir y los espolvoreamos con un poquito de perejil picado y una pizca más de sal. ¡Y a disfrutarlo!

Mi resultado:

5huevocasihechoComo comentaba antes, en mi caso se quemó un poquito el pan, aunque pude salvarlo retirando la parte inservible. Le ponemos… un 7 al que yo hice.

Es un plato fuertecito, así que evitadlo por las noches (también me equivoqué en esto). En el libro cuenta, además, un truco para los que quieran suavizar el sabor: mojar un poco en leche los panecillos en leche después de vaciar la miga, para así contrarrestar un poco el picor de la sobrasada. Como siempre os digo, ¡ahora es vuestro turno! Ya me contáis qué tal después 😉

Bizcocho exprés

11 Feb

Bizcocho, mi resultado final

Hacía ya mucho tiempo que me venía pidiendo mi marido un bizcocho y por fin me he decidido. De pequeña esta receta supuso mi primera incursión en la cocina, como pinche de mi madre. Hacíamos bizcochos y los rellenábamos de chocolate, nata o mermelada, los decorábamos por encima, y los convertíamos en tartas geniales de cumpleaños para todos nosotros. Pero en esta ocasión he tratado de hacer algo más de andar por casa, para principiantes con prisa, y por eso elegí la receta de bizcocho exprés del blog de El cocinero fiel.

IngredientesIngredientes (4 personas):

– 1 yogur de limón

– 1 medida y media de yogur de azúcar

– 1 sobrecito de levadura (unos 15 gr.)

– ralladura de medio limón

– media medida de aceite (mejor si es de girasol, más suave)

– 3 huevos

– 3 medidas de harina

– coco rallado al gusto (es mi toque, pero es opcional)

– molde para el horno

– si vuestro molde no es de silicona, un poquito de mantequilla

– transistor como animal de compañía

Preparación:

Echar ralladura de limónEs lo más fácil del mundo, porque básicamente la receta podríamos resumirla en mezclar y hornear. En primer lugar, coges un recipiente grande para que sirva para mezclar y después batir sin problemas. Mientras, vais precalentando el horno a tope y juntáis en el bol todos los ingredientes en el orden de más arriba.

En el hornoA continuación, batís bien la mezcla con la batidora y preparáis el molde. En mi caso, como es molde de silicona, no hay problema porque no se pega. Pero para todos los demás (metálicos o de vidrio) tendréis que untar el fondo y los laterales con mantequilla y harina. Si queréis desincrustar en algún momento el bizcocho, claro está. Vertéis todo el contenido batido.

Después, deberéis bajar la temperatura del horno a 180 ºC con el calor solamente debajo. Aunque, como con todas las recetas, siempre necesitaréis un punto más o menos según vuestros hornos, tardará una media hora en hacerse. Para no equivocarse, cuando falte un poco pincháis para ver si ya no gotea. Si os apetece al final, gratinadlo unos minutillos para que esté bien hechito por arriba.

Mi resultado:

Recién gratinaditoLe ponemos un 7. No porque esté mal del todo, pero hay que reconocer que los métodos exprés siempre pierden en calidad. Le falta un punto de jugosidad y de qué sé yo que sí tienen los bozcochitos caseros hechos con más mimo. Así que la próxima vez lo haré como solía con mi madre. Eso sí, para una merienda improvisada o para llevaros en un túper un día cualquiera a trabajar, totalmente recomendado. Así que a intentarlo, queridos principiantes 🙂

Rosquillas de limón

20 Ene

Va a hacer un año que mi abuela nos dejó y justo acaba de fallecer también el abuelo de mi amigo Rubén, que también era de Ávila como la mía. Así que, en homenaje a ellos, me he decidido a hacer estas rosquillas tan típicas de mi abuela.

Siento que nunca llegué a preguntarle a ella cómo hacerlas, aunque la recuerdo bien amasándolas cuando yo era pequeña. Así que he tenido que buscar en madre Internet y, con alguna modificación, he seguido en esta ocasión la receta de Mi mujer de élite.

Me ha sorprendido la rapidez y sencillez de esta receta, así que os la recomiendo para una merienda aunque sólo tengáis un ratejo para hacerlas. También pueden ser un buen detalle cuando os inviten a una casa ajena, por ejemplo.

Ingredientes (para cuatro personas):

– 200 gramos de harina (esto para la mezcla, pero necesiteréis algo más para amasar, así que contad con que usaréis 1/3 de kilo aproximadamente)

– 2 huevos

– 4 cucharadas de aceite de girasol o de oliva suave

– 4 cucharadas de azúcar

– 1 cucharada de agua

– 1 cucharada de zumo de limón

– Ralladura de 1 limón

– 1/2 sobre de levadura química

– Aceite de girasol para freír

– Aunque yo no lo uso, el que quiera puede añadir un chorrito de anís

– Azúcar glas para decorar (yo bato el azúcar normal y lo hago glas, si lo preferís)

Preparación:

La primera parte de esta receta no tiene mayor misterio: hay que mezclar ingredientes y batir, básicamente. En un bol ponemos los huevos con el azúcar, la ralladura de limón y el agua. Batimos la mezcla, añadimos la levadura y volvemos a remover bien con batidora eléctrica o manual de varillas. Después, agregamos el aceite y el zumo de limón.

Después, se va agregando la harina poco a poco (no toda a la vez), para ir formando masa. En la parte del amasado es donde yo personalmente me bloqueé. Hay que tomar una superficie bien limpia y poner harina sobre ella para poder trabajar con la mezcla. Mi fallo fue coger la masa con las manos, pegarme entera y no poder manejarla por más que intentara juntarla.

¿Qué hice? En momentos así, sólo un experto podía ayudarme, así que busqué en internet una receta en vídeo para aclararme sobre cómo hacerlo. Mi salvadora fue ésta, que os recomiendo encarecidamente si amasar no es vuestro fuerte.

Después de la explicación instructiva, ya puedo adelantaros cómo hacerlo bien a la primera. Después de enharinar la mesa, debéis verter la masa sobre ella, pero no con las manos, sino con una cuchara de madera (o dos paletas, si os manejáis mejor) y darle la vuelta hasta que forme un todo compacto, como el que podéis ver en la imagen.

Posteriormente, y cuando ya esté todo compacto, podéis manejarlo con las manos como la plastilina sin problemas. El modus operandi es ir sacando de la masa principal pequeños trocitos, hacerlos palillos e irlos uniendo después en aros. El aspecto es muy similar al de unos calamares rebozados.

Después hay que poner en la sartén aceite de girasol (es el que tiene sabor más suave, para no tapar el limón). No debéis calentarlo demasiado, para que no se queme. Cuando estén doraditas, podéis sacarlas y, si tienen demasiado aceite, escurrirlas en un plato con papel de cocina.

Mientras las dejáis reposar un poco a temperatura ambiente, sacáis el azúcar para decorar y, batiéndolo con la túrmix, lo convertís en glas. Ya sólo queda decorar y presentarlo.

Resultado:

Para el momento de crisis que pasé en mitad de la elaboración, creo que salí bastante airosa finalmente. Sin embargo, me temo que me dejé parte de la masa por el camino al tratar de coger la masa con las manos antes de tiempo. Por ello, probablemente si lo hacéis bien, a vosotros os saldrán más rosquillas que a mí. En cuanto al sabor, que es lo importante, hemos obtenido un 8 de puntuación.

Suerte, probadlo y, como siempre, ¡contadnos vuestra experiencia!

Plum cake de Reyes

5 Ene

¿Eres de los que piensa que un roscón no le cabe en su horno? ¡Hagamos entonces un plum-cake de Reyes! Es decir, todo con el mismo sabor del roscón, pero en un molde adaptado a nuestras necesidades. La idea se me ocurrió porque pensaba hacer un roscón tradicional para estas fechas, pero me topé una vez más con mi horno, de tamaño minúsculo aunque efectivo. Vi la receta de miniroscones en El aderezo e hice mi propia receta mezclando ideas de aquella página y la de Webos fritos, que es espectacular y de la que recomiendo sus consejos y, sobre todo, ver el vídeo antes de ponerse a la tarea.

La dificultad de esta receta estriba, sobre todo, en los ingredientes complicados de localizar, los tiempos de levado y el amasado. En cuanto a los ingredientes, trataré de explicaros dónde conseguirlos fácilmente; respecto a los tiempos, está claro que para hacer un roscón necesitáis unas cuantas horas (o hacerlo en dos días), así que planificadlo antes; por último, personalmente con este postre he descubierto que amasar no es nada fácil ¡y quien diga lo contrario miente! Y ahí no os queda más que habilidad y algún consejillo que os daré después.

Os adelanto las cantidades que son las mismas que tendríais que emplear si hicierais un roscón para 8 personas o bien 8 pequeñas magdalenas como en El aderezo.

Ingredientes para la masa madre:

– 100 ml. de leche templada

– 30 gramos de levadura fresca o bien 12 gramos de levadura seca  (la primera he oído que se compra en Mercadona en la zona de refrigerados, junto a la margarina (son cubitos, como el Avecrem), pero yo no la vi; la seca a mí me venía con el preparado para hacer pan en el mismo pack de la harina (también de Mercadona) / ¡Ojo! La tradicional para hacer bizcochos, la Royal, no sirve

– 1 cucharadita de azúcar

– 130 gramos de harina de fuerza (está donde las harinas normales, en Mercadona también)

Ingredientes para la masa del plum cake:

500 gramos de harina de fuerza

– 2 ó 3 cucharadas de agua de azahar (no perdáis el tiempo en supermercados, la venden en cualquier farmacia)

– 150 gramos de mantequilla a temperatura ambiente (hay que sacarla un rato antes de la nevera)

– 2 huevos medianos

– 1 pellizco de sal

– 120 gramos de azúcar glas (se bate en la batidora el azúcar normal y ya lo tenéis)

– 1 naranja y 1 limón rallados

– Transistor (como animal de compañía)

Ingredientes para la decoración final:

1 huevo pequeño o mediano batido

– Un puñadito de almendras naturales en láminas

– Frutas escarchadas (las suelen tener en los supermercados donde los turrones)

– Unas cucharadas de azúcar (al gusto)

– Unas gotitas de agua de azahar

– Nata para montar y azúcar (o nata ya montada)

Instrumentos útiles recomendables:

– 1 molde de silicona (sobre todo si eres principiante, porque no se pegan nada)

– 1 pincelito para pintar con huevo al final (en los chinos las venden también de silicona por 1 euro)

– 1 bol bien grande (para que la masa no se salga cuando suba)

Preparación:

La elaboración, como os adelanté, es la misma que la de un roscón; al menos, hasta que le demos forma. Por ello, el primer paso es crear la masa madre. Hay que mezclar en un bol la leche templada, la levadura (fresca o seca) y el azúcar. Añadimos la harina y volvemos a revolver todo convenientemente.

Aquí llega la primera espera: esta mezcla se tapa con un papel de film y se deja reposar a temperatura ambiente durante media hora. Mientras, podemos ir elaborando la masa del plum cake. Para ello, primero hay que batir el azúcar con el túrmix para convertirlo en glas y rallar la piel de una naranja y un limón. Aquí cometí yo mi primer error de chef principiante: troceé la piel y la metí en la mezcla, pero después me di cuenta de que estos trozos iban a ser ‘sorpresas’ grandes e incómodas en cada bocado y fui retirando poco a poco todos y sustituyéndolos por las ralladuras, más finas. Se mezcla todo ello con la harina, el agua de azahar, la mantequilla, los huevos y el pellizquito de sal y, pasada la media hora, añadimos la masa madre. Hay que combinar todo y revolverlo bien y con fuerza con una cuchara de madera (la masa empieza a estar muy pastosa, pero hay que mezclarlo todo bien con paciencia).

Es el momento de comenzar a amasar. El primer consejo lo saqué de Webos fritos y es poner un poco de aceite en la encimera sobre la que se va a trabajar (en El aderezo lo cambian por harina, puede que funcione mejor) y, además, engrasar también las manos para que la masa no se pegue. En mi caso puse el aceite con una servilleta de papel pero, por más que echara aceite en mis manos, a los pocos segundos la masa se me volvía a quedar pegada. En fin… ¡mucha suerte! Se hace una bola con ello y se coloca en un bol grande (va a crecer bastante). Hay que colocar un paño encima y, durante cinco horas, podéis descansar y olvidaros de ello. Es posible, también, lo que yo hice: dejarlo a última hora de la noche y continuar a primera de la mañana.

Después de este ‘break’, veréis que la masa ha vuelto a levar. Hay que volver a las manualidades y amasar. Aquí sí que hay que ir añadiendo harina según se vaya pegando y darle la forma deseada. Si hacéis un roscón tradicional, hay que hacer un agujero por el centro e irlo agrandando mientras se amasa el círculo. En el caso del plum cake, con un molde alargado, tendréis que formar un óvalo; y si son pequeños moldes individuales, primero hacer las bolitas pequeñas, dejarlas descansar cinco minutos y luego formarlas.

A continuación, se introduce en el molde la masa y se coloca de manera uniforme. Lo metemos en el horno (pero sin encenderlo) y lo dejamos levar durante dos horas más.

Superada ya la parte más complicada, ahora llega la más agradecida: la decoración. Batimos un huevo mediano y con el pincelito vamos pintando toda la superficie del bollo. A continuación, colocamos las frutas confitadas y las almendras laminadas al gusto. En un recipiente pequeño mezcamos pizcas de azúcar con gotitas de azahar (muy pocas, que quede espeso) y se mezcla bien para después, con la mano, ir colocándolas por encima de todo.

Se precalienta el horno a 200º (a mí me convenció la idea de El aderezo de hacerlo con un recipiente con un poquito de agua, para conseguir algo de vapor). Después, metemos el plum cake y lo horneamos durante unos 15 minutos por arriba y abajo. Yo fui regulando, sobre todo por el tamaño de mi horno, pero más o menos ése es el tiempo, aunque conviene vigilarlo.

El olor ya nos avisará de que estamos en la Noche Mágica aunque lo hayamos cocinado en abril. Entonces, lo dejamos reposar un rato a temperatura ambiente. Cuando notéis que no está caliente el molde, podéis meterlo un rato en el frigorífico. Cuando esté bien sólido, llega el toque final: el relleno de nata. En mi caso, y para una vez que me meto en tarea, decidí hacerla yo y el resultado fue espectacular, así que no os recomiendo un spray, pero si os da pereza…

El resultado:

Como otras veces, se me quemó un pelín por el fondo del horno, pero es inevitable. Al amasar me dejé más de un pegote por el camino, así que es una asignatura claramente a mejorar. Pero la satisfacción después de probar algo tan rico y saber que lo has hecho tú es inexplicable. ¡¡Espero que todos probéis a hacerlo, merece la pena!! Mi único testador por el momento me ha puesto un 8. Mañana, aunque habrá perdido sabor, espero que alguien más pueda probar algo… ¡si queda!   😉  Ah, y ¡que os traigan muchas cosas los Reyes!